Hoy solo tengo una cosa que decirte: Vete al demonio.
Abrí mi paraguas multicolor, pisé los charcos de agua con mis botas rojas nuevas, escuche tus gritos detrás de mi y no me importó. Ya no dirigirías mi vida, ya no seria tu fiel mascota que tenias encadenada a ti, echada a tus pies. Por una vez empezaría a pensar en mí.
Sentí tus pasos apresurados detrás de mí, no me alcanzarías, no esta vez. Ahora no podrías convencerme con tus dulces y mentirosas palabras de amor. Entré al autobús con mi maleta y al cerrarse la puerta la golpeaste con fuerza, gritaste algo que no me intereso comprender.
Te mostré mi dedo del medio, en un gesto prepotente. Solo tengo una cosa que decirte seré mala si quiero, seré egoísta si se me antoja, gritaré si tengo ganas, saltaré si se me apetece… viviré a mi manera esta vez.
