domingo, 17 de abril de 2011

Tu deuda



Deja que me acurruque entre tus brazos, que me quede dormida con la nana que canta para mí tu frenético corazón. Dame aire con un boca a boca, deja que haga un mapa de besos por tu cuerpo, que conozca cada rincón de esa piel que sabe a adicción, a locura… a deseo. Quiero mirarte a los ojos y ver como brillan, quedarme enganchada a esa silenciosa promesa de que todo estará bien, de que después de esta noche seguirás ahí al amanecer. Déjame confiar que seguirás creyéndome hermosa al verme con el cabello revuelto, el maquillaje corrido y mi cuerpo expuesto a la luz del sol sin nada que cubra las imperfecciones.

Por esta noche quiero tomarte como mi postre, ese que degustare despacio mientras piso el terreno que muchos llaman gloria. Y mientras mi nombre se escapa de entre tus labios y las horas pasan te susurrare cuanto te amo y la deuda que tienes conmigo. Tengo buena memoria y cobro siempre altos intereses… además que los impuestos del amor están muy altos así que dudo que en una noche cumplas tu deuda.

-¿Cuánto tiempo me tomara pagarte?-murmuraste eso sonriendo.
-Para empezar… por toda la eternidad de nuestras almas.

Quiero confiar en que no estoy soñando, en que tus labios cálidos y exigentes son reales. Que este sentimiento en verdad esta latiendo muy dentro de mi alma.

-¿Dónde firmo?
-En mis labios.

1 comentario: