sábado, 29 de mayo de 2010

Nuevo Relato: Pasos en la NADA

Hola!!! pues despues de enterarme sobre el tema del cuals e desarrolla este nuevo relato mio no pude evitar escribirlo. !no! no me estoy metiendo en otra historia, esto tendra como 3 partes y ya. Es solo una forma de hacer entrar en las mentes de todos los lectores algunas realidades del mundo.

Nombres de los personajes:

*Eser significa: Sabiduria
*Azad significa: Libertad
* Esmael significa: Isamel
* Javed significa: Eterno
*Leila significa: Noche o Oscuridad.
*Darya significa: Mar
* Rashid significa: Valiente

Como son nombres de otra cultura cada vez que entre un personaje nuevo les dejare el significado de su nombre, pues tiene mucho que ver con la personalidad del personaje. Sin mas lean este nuevo delirio.





Capitulo I: Memorias de Eser



Eser estiro la mano hacia la delgada cortina blanca que cubría el enorme ventanal de su sala de estar, una fina tela que la dividía de la cruel sociedad, aunque dentro o fuera de aquella casa todo era un infierno no era mucha la diferencia, se detuvo volviendo su mano extendida un puño, apretándola con indignación. Desde pequeña se le había prohibido mostrar su rostro alguien que no fuera su marido, a sus cortos dieciséis años estaba casada y esperando su segundo hijo. A veces las ganas de desgarrarse las venas era insoportables, incluso había llegado a tomar algún cuchillo pero la mirada inocente de su pequeño hijo Azad, el pequeño de tres años aun no había sido corrompido por la denigrante naturaleza de los hombres Afganos.


-Mami-Azad jalo suavemente del vestido verde oliva de su madre.


Eser se perdió en las enormes orbes negras de su hijo, tenia las mejillas sonrosadas, la piel suavemente coloreada de un dulce tono trigueño, el cabello desordenado y aun con una de sus manitas estrujándose sus ojitos lanzo un bostezo.


-Ven aquí mi dulce niño-Los acurruco entre sus brazos cantándole una nana.


-¡Eser!-la voz de su esposo corto la tranquilidad anterior, El fuerte y enorme hombre entro a la sala cubierto de sudor y con la boca ensangrentada.


Rápidamente soltó al pequeño y se dispuso a curar las heridas de su marido, le causaba cierta alegría el verlo en aquel estado y por un segundo una sonrisa se dibujo en sus labios, un sentimiento de gozo la envolvió. Alguien lo había lastimado como ella tanto deseaba poder hacerlo.


-¡Deja de reírte!-la fuerte mano de Esmail impacto con brutalidad en la delicada y joven mejilla de su esposa que callo al suelo-¡Aprenderás a respetarme!-la tomo con fuerza por el cuello y la obligo a besarlo, sus besos eran salvajes, en sus caricias no había ternura. La arrastro hasta el dormitorio arrojándola sin cuidado contra la cama.


Desgarro su ropa mientras ella se mordía el labio inferior, conteniendo la indignación… ya se había acostumbrado a ser poseída por él de aquella forma. Mordió salvajemente sus suaves pezones, invadió su intimidad con la brusquedad de un animal en selo, y solo hasta satisfacerse del todo salió de ella y de la alcoba.




Solo al verse sola Eser se permitió llorar, se abrazo a si misma y lloro como una niña pequeña. Odiaba su vida, detestaba aquellos momentos sin pasión, solo llenos de dolor y frustración. Una dolorosa contracción le hizo lanzar un quejido, daría a luz. Miro asustada a todos lados, estaba sola… sola como la primera vez, tan sola como el día en que nació su pequeño Azad.

Javed paro de escribir haciendo a un lado el bolígrafo y contemplando a la hermosa mujer que le relataba aquella historia. Los ojos color miel de esta estaban perdidos en la nada mientras el viento desordenaba su larga cabellera negra que parecía seda.

-¿Eser?

-Perdona, me he perdido en mis recuerdos otra vez-murmuro con esa suave y dulce voz que la caracterizaba.

-Si no quieres recordar no lo hagas, si te lastima…

-Javed, yo quiero que escribas por mi toda mi vida. Quiero que todos sepan por lo que pasamos las mujeres en Afganistan.

-Sabes que si se enteran de que estas conmigo y de lo que planeas te azotaran hasta matarte ¿verdad?

Eser voltio a mirarlo, dejando ver una larga cicatriz en su mejilla izquierda. Un recuerdo que jamás se iría de su piel. Camino hasta Javed, y extendió su mano para acariciarlo pero se contuvo, como tantas veces. Pero esta vez el atrapo su delgada mano entre las fuertes suyas y la beso con suavidad haciendo que el corazón de Eser se acelerara.

-Planeo irme en cuanto termines de escribir mi historia-susurro cerrando los ojos, queriendo guardar en su memoria para siempre la calidez de las manos de aquel hombre.

-Lo se, me sentiría dichoso de poder huir a tu lado.

-Tu lugar es aquí, el mío no. Tu harás grandes cosas-lo miro sonriendo con tristeza-yo he de vivir como nómada por el bien de Leila y Darya… y por el de Azad.

Javed, solto la mano de Eser rápidamente, levantándose con brusquedad de la vieja y destartalada silla de madera.
-¿Piensas alejarme de mi hija?-entrecerró los ojos mirándola indignado- ¿Me quitaras a Darya?

-¿Qué vida le puedes dar en esta sociedad? Es mejor que se crie como nómada, si logro cruzar la frontera y llegar a tierras mas libres ella tendrá una gran vida-apretó los puños-no puedes siquiera pensar en negarle una oportunidad como esa.

-¿Estas segura que sobrevivirán a todas las tempestades?-su voz fue dura y fría como el metal, cortante como la hoja de alguna espada.

-He de aventurarme a ellas, créeme te puedo asegurar que esas tempestades serán mucho mejor para ella que el acabar de esposa de un Afganistán. No permitiré que mis hijos sean envueltos en esta cultura.

Javed perdió la cordura por un instante tomándola por los hombros encerándola entre el y la pared, mirándola a los ojos fijamente. Esperando hacerle ver que aquello era una estupidez.

-Ustedes los hombres de mi pueblo traen la brutalidad en la sangre y morirán con ella-lo miro con tranquilidad y sin temor alguno.

Javed se aparto de ella y suspiro.

-Sera un problema con Leila, creo que ve en secreto a alguien.

-¿Hablan de mi?

En la pequeña sala entro una hermosa joven, aunque su apariencia confundiría a algunos. Alta y delgada, piel trigueña, le pelo sumamente corto y negro, enromes orbes tan oscuras como el mismo abismo.

-Leila ¡te he dicho que no salgas sola por ahí!-Eser camino preocupada hasta su hija mirando disimuladamente por las ventanas.

-No te preocupes madre, todos me dan por un joven, incluso les he dicho que me llamo Rashid. Siempre me a gustado ese nombre-despreocupadamente se sentó sobre la nada viable mesa vieja del improvisado comedor.

-Es que no entiendes a lo que te arriesgas-Eser se apretó el puente de la nariz-¿Y tu hermano?

-Azad encontró un trabajo, dice que debemos de ahorrar mas dinero para nuestro largo viaje.

De pronto fuertes golpes se dejaron escuchar en la puerta, el corazón le dio un vuelvo a Eser que asustada tomo fuertemente la mano de su hija.

-¡Se que esas ahí Eser!

La voz de su antiguo esposo resonó en la pequeña casita y Eser sintió que se desvanecería en cualquier instante. ¿Había llegado el fin de todo?

1 comentario:

  1. Es muy difícil seguirte!!! Tienes tantas entradas y todas tan dignas de leerse...
    Sobre ti, pues me sorprendiste Stephany ;D tenemos mucho en común sabes? Aunq sea dificil d creer
    Y me has puesto melancólica. Quiero encontrar a mi AA!!
    y esta historia... uff, si estaba enterada de lo q las mujeres allá pasaban, pero puesto asi...

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