martes, 25 de mayo de 2010

Habia una vez...

Habia una vez un principe sin armadura, su vestimenta no era color azul y las virtudes no le revosaban.
Habia una vez una doncella que no creia en sapos que se vuleven principes, solo en principes que terminan siendo sapos.

¿Que pasaria si ambos se conociecen? La princesa se daria cuenta que aveces no son las virtudes las que nos conquistan,
si un llamativo brillo, una luz en la mirada, una calides en el tacto, una esperanza en el mañana.... puede ser que lo que mas nos
atraiga sea justamente lo que menos nos conbenga.

El principe sigue siendo todo menos azul, la doncella sigue sin creer en los finales felices. Pero quizas, solo quizas
ella cree un poco mas en lo que pueda llegar a pasar.

2 comentarios:

  1. Una canción me llevó a otra, y esa otra me trajo hasta aquí. Esta historia me la dedicó alguien muy especial en mi vida, una mujer doblemente mujer, en un día negro todo se vino abajo cuando le mentí, jamás me lo perdonó; y dudo de si algún día lo hará. Pero la vida continúa para los dos y puedo decir que aprendí del error.

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