martes, 9 de febrero de 2010

¿Que somos tu y yo?



¿Alguna vez has pensado que estas en la situación mas ridícula del mundo? ¿Qué tal vez fuiste transportado a un universo paralelo? ¿Qué era imposible estar pasando por aquello? Pues eso me ocurrió, era totalmente impensable que ¡YO! ¡Después de tener toda mi vida planeada rigurosamente sin un mínimo de margen de error se me echara todo a perder! ¿Por qué? Sencillo todo se lo debo a un hombre… un solo ser en este mundo con un nombre tan extravagante como el: Zack Intriago

Peligroso. Eso era estar cerca de el, era una palabra que definía a la perfección cuanto te arriesgabas al estar frente a su poderosa mirada y a pocos centímetros de su perfecto cuerpo.

Atrevido. Me ponía la piel de gallina el como me tocaba ¿Qué se creía? No tenía vergüenza ni pudor en que lo vieran prácticamente sobre mi ¿molesta? Para nada, cuando hace eso pierdo el orgullo y la dignidad.

Romántico. Es algo que debes de borrar de tu vocabulario cuando estas con el, aquello no existe… Solo el placer y la locura, el desenfreno y lo prohibido, todo entrelazado con fuego, todo ardiendo entre nuestros cuerpos.

Perdición. Eso era para mi, mi dulce y mas segura perdición, algo de lo cual no era capaz de salir, un circulo vicioso de puro gozo, de locura sin fin.

Adicción. Algo de lo cual no quiero renunciar, sencillamente sin el no concibo mi vida, esta es una nada sana obsesión la que tengo por el, es que el es mi marca de mariguana personal.

-¿En que piensas?-tu mano traviesa se deslizo por mi cuerpo desnudo mientras descansaba a tu lado después de una noche de placer desenfrenado.
-¿Qué somos tu y yo Zack?-lo mire a los ojos, ese par de fríos ojos azules que podían volverse el fuego mismo.
-Nada-respondiste mientras te levantabas y empezabas a vestirte, jamás dormías a mi lado, jamás decías una palabra de cariño, en cambio yo soltaba todos lo te amo en silencio, en mis adentros donde no podías escucharlos.

Dolor. El amarte y saberte lejos de mi era la espada que atravesaba mi corazón cada noche cuando te marchabas así, como si yo no fuera mas que una de tus prostitutas.. Una muy barata, pues nada te exigía, nada te pedía… solo quería sentirte junto a mi, tu piel contra mi piel, tus labios sobre los míos, tu respiración acelerada acompañando la mía, mi nombre saliendo entre gemidos de tu labios. Era todo lo que tenía y con eso me debía conformar.


Mire el calendario por onceava vez aquel día, era mi cumpleaños y desde hace mas de dos meses que no te veía, que no te sentía. Suspire sin ánimos de hacer nada, quería desaparecer, no ser nada ni nadie.

-¿Escuchaste la nueva noticia Sara?-Levante la vista de la mesa que limpiaba en aquel café, sin ánimos me encojo de hombros.
-No se de que me hablas Rose…
-¡Zack Intriago se casa! ¡Se casa! parece que fue conquistado, no dice con quien, solo dice: Zack Intriago el mas codiciado soltero nos ha confesado que esta enamorado y que este 14 de febrero día de San Valentín planea casarse con la chica que robo su corazón..-mi compañera de trabajo leía emocionada la revista de modas y farándula sin percatarse de nada mas.

Destrozado. Al igual que los vasos que en ese momento empezaba a poner en su sitio  que con suavidad se escurrieron de entre mis manos y se rompieron en miles de pedazos imposibles de reparar se rompió mi corazón, mi alma… mi ser mismo con aquellas palabras. ¿Casarse?, por eso no habías vuelto, estabas enamorado, por eso me habías olvidado había otra a tu lado cada noche, las lagrimas querían salir, querían simplemente  expresar al mundo lo vacía y rota que estaba. Escapar, solo pensaba en eso mientras salía rápidamente del café, solo quería huir, alejarme de todos y de todo, arrancarme el dolor del alma.

 Me refugie por días en aquella casa en ruinas donde había crecido, había adelgazado, me volvía nada. Abrí mi celular y busque la fecha 14 de febrero… Debías de estar arreglándote para tu boda. Feliz San Valentín para mi.

-¿Hola? ¿Sara estas aquí?-Mi corazón se detuvo al escuchar esa voz, no podía ser. Corrí hacia la puerta donde estaba el parado, apoyado sensualmente en el marco de esta fumando un cigarrillo; vestido tan impecable como siempre, su pálido rostro de piel perfecta, sus ojos azules brillantes mirándome fijamente, su impecable ropa… su cabellera negra y lacia.. Todo el era tan dolorosamente perfecto. -Sara-sonreíste ¿aliviado? Al verme.

Incredulidad. Debía de estar delirando ya por tantos días sin comer casi nada, tal vez solo había enloquecido y mi obsesión por el era tan enfermiza que lo veía. El no estaba ahí, era imposible.. Era el día de su boda. Me acerque y alargue un brazo para pellizcarlo.

-¡Auch! ¿Qué crees que haces Sara?-me miraste confundido.
-En verdad estas aquí-.susurre con una inocente e infantil sonrisa.
-No como crees-comentaste con tu peculiar sarcasmo-soy un holograma, estuviste desaparecida hasta el 2050 y ya podemos comunicarnos de esta forma-pusiste los ojos en blanco con aquella burlona sonrisa tuya que me enloquecía.
-¿Qué haces aquí? Deberías estar en tu boda.
-Pues en un principio si estoy aquí es por ti boba.
-¿por mi?
-Si, Sara por ti-comentaste como si fuera la cosa mas obvia del mundo y yo el ser mas retrasado que existía-no puedo estar en mi boda si mi futura esposa ni siquiera esta arreglada-me miro con desaprobación, lo mire confundida no lograba asimilar aquello-ufff ¿te golpeaste en la cabeza o algo? Porque jamás habías sido de un aprendizaje tan lento…
-Es que no entiendo Zack.
-A ver si te explico-Tiraste el cigarrillo al suelo y lo pisaste mientras ponías las manos en tus bolsillos y me mirabas directamente a los ojos-dure dos largos meses pensando en la pregunta que me hiciste aquella noche, al final decidí que quería que fuéramos así que fui a buscarte el día de tu cumpleaños, para darte tu obsequio y preguntarte algo que ya tenia dado por hecho-se acerco a mi mirándome con dulzura-pero no estabas, te busque por todos lados, no deje en paz a la agencia de detectives,  hasta que por fin te encontré en esta agujero que supuestamente es una ciudad.

Sonriente, sintiendo que todo cobraba un sentido imposible, increíble, inaudito e impensable, lo mire con altanería.

-¿y mi regalo? Por que lo trajiste ¿no?

Sonreíste y acariciaste mi rostro con una ternura tan deliciosa, tan sorpresiva que lograba acelerar mi corazón. Tus labios rozaron los míos con suavidad hasta diría que con amor.

-¿quieres casarte conmigo Sara Martin?-me extendiste una pequeña cajita de terciopelo negra y al abrirla mis ojos se iluminaron al ver el precioso anillo de diamantes.
-¡SI!..Digo.. Claro…-me sonroje mientras reías y me colocabas el anillo en mi delgado dedo.

Sin orgullo alguno te abrase con fuerza mientras me adueñaba de esos labios tan adictivos que tenias, los saboree con lentitud, pronto esos labios serian de mi propiedad, me pertenecerían pro derecho y podría degustarlos a mi gusto; me separaste dulcemente mientras hacia un puchero.

-Nuestra boda nos espera-me mordiste el lóbulo de la oreja causando que mi cuerpo sintiera una oleada de placer y deseo-prometo después satisfacer todos tus deseos y caprichos durante y después de la luna de miel-susurraste seductoramente en  mi oído haciendo que mi corazón se detuviera y un notable sonrojo apareciera en mi cara, parecía de seguro señal de trafico en ALTO, peor no me importaba que jamás superara el hecho de sonrojarme ante ti.. porque en aquel momento yo era feliz.

Tomaste mi manos y me guiaste hasta tu caro mercedes, mas que caminar yo flotaba entre nubes.. Parecía una historia de telenovelas la chica del café con el gran empresario… que locura y que irreal era todo… Siempre eme había burlado de esas cosas, mi plan de vida había cambiado pero como dicen ‘’cada cambio es para mejor’’ y yo no podría pedir algo que mejor que esto.

-Zack..-lo mire a los ojos, el debía responderme algo antes de que subiera a su coche.
-¿ocurre algo?
-¿Qué somos tu y yo?-Sonreíste con prepotencia mientras me abrazabas por la cintura y me dabas un beso en el cuello que me hizo estremecer.

-Somos amigos-otro beso mas arriba cerca de mi oreja-Somos amantes-una mordida suave en  mi oreja-somos un par de locos- te volviste le dueño y señor de mis labios, tu lengua como serpiente traviesa se adentro y hasta que nuestro pulmones hicieron huelga de aire no te separaste, con tu respiración acelerada igual que la mía y una dulzura que no me cansaría de ver en tus ojos dijiste las palabras mágicas-Somos un par de enamorados.
-Te amo Zack-murmure
-Lo se-respondiste con prepotencia mientras guiabas el carro hacia una boda, nuestra boda-Yo también te amo Sara.
Sabia que no éramos perfectos, sabia que no seria un camino de rosas si no también lleno de espinas pero si estaba a tu lado, si mantenías ut mano sobre la mía seria capaz de soportar todo por ti porque aunque no tenga una razone exacta, aunque no pueda definirlo: TE AMO y aunque se que soy imperfecta se que tu también me amas…  ¿es una locura que nos amemos? Pues que así sea. Pensé mientras arrojaba e ramo y los flash de las cámaras me cegaban, peor no necesitaba ver para encontrar el camino a tus labios…


No hay comentarios:

Publicar un comentario