lunes, 12 de abril de 2010

Perfume olor a seduccion



El balancear de sus caderas, el tintineo de sus tacones, su mirada helida como el metal y esos labios tan llamativos como la manzana de Adam. Ropa que se desliza sin pudor, desnudez que envicia, besos sabor a ron, pura adiccion de perdicion. Caricias que conducian al abismo, promesas dichas en mal momento y pesimo lugar. Acrobacias en la cama, gemidos furtibos sin placer, piel de nieve, marcas de pagada lujuria y en el fondo un abismo de pura sed.

El sol se escurrio en la habitacion sin permiso alguno, el borracho desperto y la prostituta se vistio. Noches sin sentimientos por una compañia pagada con una extraña que habia visto en una esquina semanas atras.

Un orgullo hiriente y masoquista que no le dejaba tomar el telefono y llamar a su verdadera princesa, a su ángel de alas rotas, alas que el mismo habia arrancado.

Otro día en que la terquedad pudo mas que el sentimiento, uan armadura de frialdad ante la sociedad. Otra noche dando uso a una pasion que jamas existio. El deseo de encontrar en aquel cuerpo el recuerdo del anterior de lograr saciar su sed de ella en aquella fulana, la frustracion de quedar mas vacio conforme cada noche pasaba y su billetera mas vacia se quedaba, cara que era la fulana.

Y al amanecer el cuarto se quedaba en silencio, impregnado de nuevo de aquel perfume con olor a seduccion, que lo estaba llevando a la desolacion. Mientras él suspira mirando viejas fotos de lo que habia sido y ya no es, de su triste princesa sin corona, su niña sin suños, su mujer sin ilusiones.

Y como un ángel negro deambulo de nuevo por aquella esquina en busca de mala compañia.

-Hola guapo.

La falsedad volvia a iniciar y con aquella extraña volvio a danzar entre las llamas de un orgasmo de puro ruido.

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